- Incremento de la masa muscular.
- Reduce el riesgo de sufrir osteoporosis.
- Control del peso y pérdida de grasa.
- Aumenta el metabolismo basal.
- Reforzamiento de los tendones y ligamentos.
- Mejora la estabilidad articular.
- Reducción del riesgo de lesiones.
- Mejora la postura corporal.
- Evita o mejora desequilibrios musculares.
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David Domínguez,
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, INEFC-UB