Actividad física en personas de edad avanzada

Tercera edad

 La  vejez produce una reducción de las capacidades físicas. Un estilo de vida activo ayuda a que se ralentice este proceso natural. 

Realizar actividad física ayuda a prevenir:
  • Perdida de capacidad aeróbica.
  • Perdida de la flexibilidad de los vasos sanguíneos.
  • Reducción de masa muscular y ósea.
  • Aumento de masa grasa.
  • Perdida funcional de sistema nervioso central evitando la ralentización del movimiento.
  • Reducción del espacio interarticular. 

Los beneficios de una vida activa:
  • Mayor vitalidad.
  • Mejora de la postura corporal.
  • Mayor coordinación y equilibrio.
  • Amplios rangos de movimiento articular.
  • Aumenta la autoestima.
  • Reduce el riesgo de depresión.

En resumen, mejora la calidad de vida y el estado de salud.

Reduce los riesgo de sufrir enfermedades tipo:
  • Osteoporosis
  • Diabetes tipo II
  • Artritis.
  • Artrosis.
  • Enfermedades cardiovasculares
  • Obesidad
  • Colesterolemia.
Prescripción del ejercicio físico:

El diseño del programa de entrenamiento ha de incluir los siguientes ítems:
  • Mínimo 30’ de actividades aeróbicas 5 veces por semana.
  • Programa para el desarrollo de la fuerza 2 o 3 veces por semana.
  • Realizar ejercicios de flexibilidad en cada sesión de entrenamiento.
  • Introducir ejercicios de coordinación y equilibrios en el programa de entrenamiento.
Consideraciones:
  • Adaptar e individualizar la prescripción del ejercicio físico a las necesidades y condición física de cada persona.
  • Con el avance de la edad la adaptación del organismo al entrenamiento es más lenta, por lo tanto el aumento de la carga de entrenamiento ha de ser más espaciosa.
  • A temperaturas ambiente elevadas evitar realizar actividad física. La temperatura corporal interna de una persona mayor se reduce más lentamente, porque desprenden menos sudor.
  • Durante el transcurso de las sesiones de entrenamiento beber agua a pequeños sorbos y de forma regular.
  • Las personas de edad avanzada consiguen adaptaciones al entrenamiento mejorando la resistencia, fuerza y flexibilidad.


David Domínguez,
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, INEFC-UB